SI ES QUE TODO NO PUEDE SER

¿Quieres escribir una novela humorística y de suspense al mismo tiempo? Pues o eres una mezcla entre Agatha Christie y Tom Sharpe, o tu proyecto terminará en fracaso. Y esto es lo que le ha pasado a esta señora. El libro no tiene mala pinta en principio, pero lo va estropeando poco a poco.
A modo de resumen, la historia está en que la tal Capestan, que es poli, está a punto de ser suspendida de sus funciones por un incidente ocurrido en acto de servicio. En lugar de eso, deciden ponerla al mando de una brigada formada por los peores policías de París.
En vez de dedicarse a tocarse la seta, que es de lo que se trataba, los miembros de la brigada se ponen a investigar un caso antiguo que se cerró en falso. A medida que avanza la investigación, aparecen indicios que hacen pensar en que no pasó lo que se dijo inicialmente, y que había más personas metidas.
Personajes poco sustanciosos, diálogos sin gracia y la misma acción trepidante que ir a comprar el pan y volver.