"Eleanor Oliphant está perfectamente", de Gail Honeyman.

De vez en cuando, me da por leer cosas que de antemano sé que no me van a hacer mucha gracia. Ya, ya sé que podría pasar perfectamente sin ellas, pero no sé, me pica la curiosidad.
Este es el caso de la novela que comento hoy, todo un best-seller en UK. Conozcamos a Eleanor Oliphant, una treintañera, contable de una empresa de diseño, y algo antisocial. Tuvo una infancia bastante ajetreada, y como consecuencia tiene para de la cara quemada.
La novela comienza con la prota que se enamora de un cantante de rock al que ve por casualidad en un concierto. Al mismo tiempo, y más prosaicamente, ella y su compañero Raymond (al vent... la cara al vent...) son testigos del accidente que sufre un abuelete al salir del supermercado, y se involucran en su traslado hospitalario y posterior convalecencia (hasta el fallecimiento por otras causas, por cierto).
Pues las 336 paginitas transcurren desde el enamoramiento al desenamoramiento del cantante, del no tolero a Raymond (al vent... la cara al vent...) a me mola que esté a mi lado, con el contrapunto del personaje de su madre, que se suponía que hablaba con ella todos los miércoles pero resulta que no porque si falleció en el incendio (provocado por ella misma, asín de mala era) en el que Eleanor resultó quemada.
Una mezcla entre Bridget Jones y cualquier novela de Marian Keyes. Con 100 paginitas menos se hubiera hecho acreedora, probablemente, a media estrellita más, pero no pasaría de ahí.
No la recomiendo.